Manuel López Valero

Esta semana nos visita para tomarse un #cafeHUGES Manuel López Valero, un gran difusor de la humanización y comprometido con la misma, a grandes trazos este es su resumen curricular:

– MASTER OFICIAL UNIVERSITARIO EN DIRECCIÓN Y GESTIÓN SANITARIA. Universidad Atlántico Medio. Cátedra IUTA-IMF (2018-2019).

– DIPLOMADO UNIVERSITARIO ENFERMERIA. Universidad de Córdoba (1997-2000).

– MASTER EN PREVENCION DE RIESGOS LABORALES. ESPECIALIDAD: HIGIENE. SEHLAND (2003-2004).

– ENFERMERO EXPERTO EN INDICACIÓN, USO Y AUTORIZACIÓN DE MEDICAMENTOS Y PRODUCTOS SANITARIOS EN CUIDADOS GENERALES DE ENFERMERÍA Y EN T.I.C. ECS (2012)

– EXPERTO EN TABAQUISMO PARA ENFERMERÍA. Investigación y Formación Integral en Salud (2008).

1 ¿Qué es para Ud la humanización?

En la actualidad, humanizar es algo casi ineludible. Cada individuo es único al coexistir y desarrollarse en su comunidad desde su propio modo de vida, y por ende, hay que tener presente las distintas formas de entender ese modo de vida de cada uno de los pacientes, dando lugar a una atención específica e individualizada. Humanizar es implicar al paciente en su proceso de enfermedad, a través de toma de decisiones. Cada persona es única, es decir, siempre existirá alguna particularidad que la diferencie del resto. Por esta singularidad, cada persona necesita de una interrelación con los demás,  con el fin de intercambiar información, beneficiando al individuo, ya que el ser humano es un organismo social.

Humanizar conlleva cuidar el concepto de las cosas, el significado de cada evento y el alcance que cada experiencia personal. El profesional debe tener en cuenta la historia individual de cada paciente, empatizar tanto con él como con sus familiares, y ser capaz de identificarse con ellos, es en ese momento cuando está brindando una humanización en sus cuidados.

Humanizar comprende realizar nuestros cuidados dentro de un espacio que pueda proporcionar una mejora en la intimidad de la persona atendida, su acogida, su autoestima, su confianza y optimismo, debiendo tener en cuenta las distintas características y necesidades de cada persona, con el objetivo de conservar un nivel adecuado de bienestar.

Humanizar compromete a realizar nuestro trabajo con una actitud proactiva, con una disposición de ánimo manifiesta, utilizando una escucha activa para con el paciente y su familia, teniendo en cuenta que el paciente es el epicentro de nuestro trabajo y por ende, nuestra razón de ser.

Humanizar la asistencia sanitaria incluye que los profesionales sanitarios realicen su trabajo en un contexto adecuado, con buen clima laboral y psicosocial.

Humanizar caracteriza al ser humano y se podría resumir en hacer a los demás lo que te gustaría que hicieran contigo, ponerse en la piel del otro. De esa manera se practicaría una asistencia humanizada. 

2 ¿Tiene alguna experiencia personal en el mundo de la humanización de la sanidad?

En mi hospital, el Hospital de Montilla, en Córdoba, se han desarrollado diferentes iniciativas dirigidas a la mejora de la dinámica de trabajo diaria a través de la humanización, y centradas en los pacientes, familiares y profesionales, tales como:

  • Creación de Grupo de Mejora en Humanización.
  • Creación de un Plan de Humanización Hospitalario.
  • Iniciativas humanizadoras en la UCI:
    • En relación a pacientes/familias: acompañamiento de pacientes sin horarios, descanso en la toma de constantes nocturnas en determinados pacientes para fomentar su descanso.
    • En relación a profesionales: comunicación directa entre facultativo y enfermería realzando cambios en el tratamiento, a través de la firma de ambos.
    • En relación a procedimientos: acompañamiento de los últimos días, detección precoz de pacientes en muerte inminente desde el Servicio de Urgencias con ingreso inmediato y poder ofrecer un duelo digno, decálogo de buenas formas.
  • Otros: botón antipánico conectado al servicio de Seguridad, detectores de ruido, música ambiental, vinilos con espacios naturales en box de UCI, acondicionamiento ambiental nocturno (ruidos y luz), sala de pediatría humanizada (microondas, agua, juguetes), sala de lactancia en urgencias, libroterapia para pacientes y familiares, etc.

Quizás la experiencia personal en el mundo de la humanización que más me ha llenado es la colaboración en la creación del proyecto “vivenciasUCI”. Este proyecto de ámbito nacional se ha basado en la elaboración de un concurso de relatos cortos surgidos a partir de vivencias de pacientes, familiares y profesionales, en su paso por una UCI. Posteriormente se elaboró un libro llamado “Narraciones llenas de vida”, en base a los mejores relatos presentados y se creó una obra de teatro basada en ellos con el título “UCI…historias intensivas”. Todos los beneficios económicos recabados en este proyecto se derivaron a 4 ONG´s.

3 ¿Como humanizaría el mundo de la gestión?

Pienso que es primordial para que se humanice la gestión sanitaria, la transformación del modelo de dirección actual y reconvertirlo en un modelo de liderazgo que tenga como epicentro de actuación al paciente.

Para explicar cómo se puede lograr humanizar la asistencia sanitaria a través de la humanización de la gestión me voy a remitir a una frase celebre utilizada por el general romano Julio Cesar: “veni, vidi, vici”, que traducido del latín se traduce como “vine, vi, vencí”. Con esto quiero decir que la única manera de humanizar la gestión sanitaria es que a través de sus líderes, formados adecuadamente en gestión sanitaria, vean directamente y de una manera objetiva los problemas existentes en sus servicios, “que bajen a las trincheras” y observen con sus propios ojos los déficits reales, las necesidades y carencias auténticas, para poder así transformarlas a través de equipos de trabajo adecuados, en post de nuestros pacientes y sus familias, sin olvidar el bienestar de sus trabajadores.

Esta nueva visión gestora más humanista debe plasmarse a través de la figura de un líder que sepa crear equipos de trabajo humanizados, donde todos sus componentes respondan  en su conjunto a las necesidades del paciente. Para la creación de estos equipos de trabajo eficientemente humanizados es condición indispensable una deseable formación de los componentes de estos equipos, a través de la adopción de conocimientos, habilidades y aptitudes en humanización. Hay que intentar proporcionar un adecuado clima laboral para que estos equipos de trabajo se encuentren a gusto en sus puestos de trabajo, repercutiendo de esta manera eficazmente en el trabajo realizado.

Para lograr la humanización de la gestión sanitaria, entiendo que se debe contar con el actor principal de esta película y epicentro de nuestro trabajo: nuestros pacientes. Para lograr una gestión sanitaria humanizada, se debe contar con la voz y el voto de las personas a las cuales van dirigidos todos nuestros esfuerzos y empeño.

Modificar una dinámica de trabajo instaurada tiempo atrás es difícil, pero no es algo utópico. Nadie dijo que la humanización de la gestión sanitaria fuera a ser fácil, pero bien es cierto que los objetivos a alcanzar con su logro superan con creces todos los esfuerzos que puedan conllevar su puesta en práctica.

4 ¿Opina que los valores y la ética van de la mano a la hora de re-humanizar la organización?

El concepto de humanización desde el contexto sanitario hace alusión a la atención de manera integral de la persona y a la interacción con la misma a través de todas sus dimensiones (biológica, psicológica, social y conductual). La notable inquietud actual por la humanización debe conllevar intrínsecamente la demanda de valores que otorgan un significado a la persona humana. Por ello es de vital importancia que el profesional fomente valores éticos y actitudes humanizadoras para poder llevar a cabo la re-humanización de la organización, y aseverar de este modo la integridad y el respeto hacia el paciente.

Para poder conseguir este objetivo, que no es baladí, es primordial tener un buen conocimiento de nosotros mismos, de nuestros límites, de nuestras competencias, de tener en nuestro pensamiento el logro de alcanzar los objetivos planteados, que no es otro que la atención humanizada, teniendo siempre en nuestra mente la idea de seguir creciendo y mejorando, para ser buenos profesionales y mejores personas.

En este conocimiento de valores y trabajo centrado en la ética de los cuidados, pienso que la educación es el centro del cambio para poder re-humanizar las organizaciones. La formación puede y debe ser un aliado primordial en esta mutación humanizadora.

5 ¿Dónde debe iniciarse la humanización?

El futuro-presente de la sanidad viene cogido de la mano de la tecnología, salud digital, big data, etc. Esto es un hecho y nos tenemos que adaptar a dichas tendencias, pero no por ello debemos de dejar de lado la humanización en dicha asistencia. Pienso que la escuela es el primer lugar donde se debe proporcionar una educación promoviendo el uso responsable e innovador de la tecnología, sin menoscabo de trabajar con competencias incluidas en la inteligencia emocional, tales como la empatía, la colaboración o trabajo en equipo. Respondiendo a la pregunta anteriormente realizada, ¿dónde debe iniciarse la humanización?, voy a apoyarme en el refranero español: “al arbolito, desde chiquito”. El proceso de humanización se debe entender como algo dinámico, continuo, que debe comenzar en la familia, desde nuestro nacimiento, y que se debe afianzar a lo largo de toda nuestra vida.

Esta educación debe llegar hasta los estudios universitarios, donde aquellas personas que quieran formarse en profesiones relacionadas con las ciencias de la salud, puedan profundizar y ampliar conocimientos en lo relativo a la humanización de la asistencia sanitaria.

Si nos fijamos en los decálogos sobre humanización provenientes de las distintas líneas de trabajo existentes en nuestro país, estas declaraciones de intenciones se centran en valores y actitudes que se logran a través de una correcta educación, tales como: presentarse, dirigirse a los pacientes por su nombre, emplear palabras clave como gracias-perdón-por favor, sonreír, dar la mano, proporcionar intimidad, respeto, empatía, escucha activa, comunicación, accesibilidad, honestidad, coherencia, amabilidad…)

Por ello me reitero en lo dicho anteriormente, que no puede ser de otra manera sino a través de la educación como podemos llegar a la humanización, de manera progresiva y gradual, teniendo una visión holística de la persona, y tratando no solo a la enfermedad, sino a la persona que tiene una enfermedad.

6 ¿Conoce a algún personaje histórico que fuera humanizador?

A lo largo de la historia han surgido muchos personajes que han sido referentes humanizadores, tales como Mahatma Gandhi, Nelson Mandela o la madre Teresa de Calcuta. De todos ellos debemos aprender como realizaban su trabajo de una manera humanizadora e intentar adaptarlo a nuestra dinámica de trabajo diaria.

En la actualidad, hay grandes modelos a seguir en la humanización, y sin menospreciar al resto de referentes en esta materia, me gustaría resaltar el trabajo que están realizado en la actualidad grandes profesionales como son: José Carlos Bermejo, Julio Zarco Rodríguez, Gabriel Heras la Calle, Emilio del Campo Molina y José Carlos Igeño Cano. Todos ellos, a través de su trabajo y tesón, nos aportan herramientas necesarias y técnicas adecuadas para conseguir alcanzar la humanización de la asistencia sanitaria.

7 Por su experiencia como profesional sanitario, ¿cómo cree que debería enfocar el Proyecto HUGES sus actividades?

Pienso que el Proyecto HUGES se está realizando de una manera adecuada, progresiva y linealmente ascendente. Las distintas propuestas de formación que se están llevando a cabo por su parte son adecuadas e innovadoras. Mí propuesta innovadora para HUGES sería promocionar la realización de actividades que tuvieran como objetivo el poder plantear problemas detectados en el día a día de los servicios sanitarios, a nivel de gestión de recursos (humanos/materiales), ideas de mejora, medidas de innovación asistencial, todos ellos expuestos desde tres puntos de vista: pacientes, familiares y profesionales sanitarios.

Esta idea podría plasmarse a través de la promoción de Jornadas Multidisciplinares Interniveles, a nivel de Atención Primaria y Atención Especializada, realizándose a nivel local o comarcal, con asistencia tanto de personal sanitario, como de pacientes y familiares. En este contexto, el intercambio de información tendría dos trayectorias: el personal sanitario tendría conocimiento de los déficits existentes en su trabajo, de los puntos débiles a mejorar…,  y los pacientes y familiares podrían informar de cómo se sienten atendidos, de la calidad de los cuidados recibidos, etc., a modo de encuesta de satisfacción “in vivo”.

De esta manera se interactuaría con los pacientes-familiares, se trabajaría de una manera transparente y bidireccional, fomentando su empoderamiento, promoviendo una actitud proactiva tanto en los pacientes como en sus familiares y cuidadores, así como en el personal sanitario que los atiende, poniendo de manifiesto el valor de los detalles en el trabajo diario.

 

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